Hay que volver y traspasar mareas.
Anclarse en los besos y en la piel de sal.
Quemar las horas amantes de las olas.
Deslizar las manos deseosas de explorar.
Hay que confiar en los mapas y en sus rutas.
Escuchar los ecos y perderse en altamar.
Zarpar en los alientos de la noche.
Entregar el horizonte sin dudar.
Hay que atreverse a navegar en la tormenta.
Despertar en la humedad de las sábanas de espuma.
Conquistar cada isla de los cuerpos.
Enfrentar el naufragio y encallar.
A.
No hay comentarios:
Publicar un comentario